Comenzamos con otro tipo de pieles especiales y son las intolerantes y las pieles con rojeces. En ocasiones pueden confundirse, por ello con esta entrada veremos cuales son los signos que aparecen cuando tenemos una piel especial.
Una de las principales diferencias es que los signos de las pieles intolerantes no son visibles, mientras que en las pieles con rojeces se pueden apreciar a simple vista.
En las próximas entradas os hablaremos sobre los tratamientos, así que tranquilos, si tenéis algún signo de estos tipos de piel hay solución
Comenzamos con las pieles intolerantes y como os decíamos no presenta síntomas visibles, pero la persona afectada nota sensación de picor, escozor, tirantez y en ocasiones alguna rojez pasajera.
Podríamos resumir muy básicamente que la piel intolerante es aquella en la que “se siente pero no se ve”.
Además son pieles más sensibles a agentes externos como cambios de temperatura, tratamientos cosméticos… y a los internos como medicaciones, alimentación, estrés…
Todo esto se debe a que la función barrera de la piel está dañada.
Otro punto importante en este tipo de pìeles es distinguirla de una posible alergia, si los síntomas aparecen de forma persistente y no desaparecen es el momento de visitar al dermatólogo para que valore de que se trata realmente. En las pieles alérgicas hay eritema, inflamación y descamación; por lo que los síntomas se sienten y se ven.
Por último os dejamos algunos consejos:
– Utiliza productos sin perfume e hipoalergénicos.
– Limpiar la piel como siempre os decimos es muy importante, pero en este tipo de pieles no hay que pasarse ya que podemos irritarla. Además se deben utilizar limpiadores específicos.
– Protegerse del sol.
– Evitar cosméticos tipo peeling.
Una vez clara la piel intolerante pasamos a las pieles con rojeces. En la dermis encontramos los capilares y estos en las pieles con rojeces pueden ser más visibles porque: están aumentados en número, son normales pero se dilatan con facilidad o la epidermis es más fina y deja que se vean más los capilares.
Otro punto muy importante a conocer en este tipo de pieles y que suena un poco a chino es el factor de crecimiento del endotelio vascular. Que no os asuste el nombre, porque básicamente es la sustancia que favorece la aparición de nuevos vasos sanguíneos. Por tanto si actuamos sobre este factor inhibiéndolo conseguiremos frenar la formación de nuevos capilares.
¿Como diferenciamos básicamente a esta piel de la intolerante? En este caso los síntomas “se sienten y se ven” y es que las rojeces son fácilmente apreciables, además se experimenta en la piel enrojecimiento continuo, ardor y calor intenso, inflamación y en algunos casos pápulas y pústulas.
Importante saber que en estas pieles existe un problema vascular.
Dentro de estas pieles existen diferentes grados:
– Grado 1 (eritosis difusa): se aprecia un enrojecimiento general aunque no se distinguen los vasos.
– Grado 2 (cuperosis): se aprecian los capilares a simple vista.
– Grado 3 (rosacea): desde rojez hasta rojez asociada a pápulas rojas y pústulas blancas.
Y para estas pieles también tenemos algunos consejos:
– Evitar la exposición solar.
– Hidratar la piel para reforzarla.
– Usar maquillaje corrector, los pigmentos verdes disimulan las rojeces.
Pues esperamos que os haya quedado claro, aunque ya sabéis que ante cualquier duda podéis venir a consultarnos.